En 1821, y ante el gran número de modelos existentes se aprueba por Las Cortes la creación de un león en bronce que sustituyera a todas las banderas.

El 16 de septiembre de 1821 se propone la creación de una moharra, consistente en un león de bronce apoyado sobre un libro de la Constitución, para recompensar los méritos de aquellos regimientos que en lo sucesivo se distinguiesen. En marzo del citado año la Comisión de Guerra de la Cámara aprueba que el nuevo emblema sea adoptado por todos los Cuerpos Como prueba se encargó la fabricación de dos leones.

El 15 de marzo de 1821 se notificó a las Cortes que el 2º Batallón de Regimiento Asturias, primero que se alzó con Riego en Cabezas de San Juan, deseaba desfilar ante ellas y depositar en ellas el sable del citado General. El día 16 se celebra el acto y las Cortes en agradecimiento, hacen entrega de uno de los dos leones construidos a modo de modelo.

Este León sería usado por el Regimiento Asturias en unión de sus banderas hasta que el resto del Ejército recibiera los suyos, cosa que nunca ocurrió, lo que convierte a ésta en la única unidad española que lo ostentó.