Bienvenidos a Mirambel, pequeña villa medieval situada en el Maestrazgo Turolense.
Mirambel se encuentra emplazada entre murallas a 900 metros sobre el nivel del mar y cuenta con 116 habitantes según el último censo (2019). El nombre de Mirambel está compuesto por “miror” del latín, que equivale a “admirar” y “bell” en catalán o valenciano que es “bello”, por lo tanto “mirada bella”.
Quienes la visitan por primera vez quedan asombrados ante el portal de las monjas y sus lienzos de la muralla con pátina de siglo.
En sus calles permanece la huella de los caballeros templarios y otros acontecimientos históricos como las guerras carlistas. Sus monumentos, testigos de la historia de Mirambel, conforman un conjunto urbano declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980 y Bien de Interés Cultural por ser una villa cargada de historia, conservando en su totalidad el recinto amurallado y las notables construcciones, sin alterar la imagen y el ambiente medieval.
Su origen se sitúa en un asentamiento musulmán conquistado en el siglo XII por Alfonso II, si bien en esta zona se tiene constancia de la existencia de pobladores prehistóricos y pueblos iberos. Alfonso II entregará la villa a la orden militar del Santo Redentor, que a su vez traspasará el poder a la orden del Temple, para pertenecer finalmente a la orden del Hospital.
Son muchos los edificios que plasman todavía la importancia que Mirambel alcanzó durante la Edad Media, por ser un núcleo estratégico debido a su posición fronteriza. Para su protección se rodeó de una muralla de la que hoy sigue en pie casi toda su estructura y sus 5 portales, el principal, el Portal de las Monjas desde el que se accede al núcleo histórico de la localidad.
Junto a este portal se edificó en 1564 el Convento de las Monjas Agustinas Ermitañas y sobre él una torre cilíndrica que aloja en su interior la sacristía de la iglesia conventual. El torreón de las Monjas fue construido entre los siglos XV y XVI y se ha convertido en el monumento más señero de Mirambel.
La visita guiada al convento entraña una experiencia única ya que permite revivir la vida monastica y de clausura de las monjas. También desde las artísiticas y únicas celosías de la celda de la madre superiora se puede contemplar la magestuosidad de la calle mayor. Además de poder contemplar las grisallas que dada su relevancia histórica y cultural fueron restauradas por la Fundación Santa María de Albarracín.
“La reina olvidada” (Ed. Doce Robles, 2021) describe la vida de Petronila de Aragón, quizá la reina más trascendental y a la vez ignorada de nuestro pasado.
José Luis Corral, recorre la apasionante y corta existencia de Petronila, nacida en Barbastro en 1136 y fallecida en Barcelona en 1173. Hija del rey Ramiro II el Monje y de la princesa Inés de Poitou de Aquitania, fue concebida para dar continuidad a la dinastía de Aragón y zanjar los problemas de sucesión en el reino de Aragón. Un año y medio después de nacer se firmaron las capitulaciones matrimoniales de la pequeña Petronila con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV.
¿Tiene qué cuidar a un familiar y no puede? San Camilo es la mejor opción de ayuda a domicilio de mayores para usted
Muestra tus anuncios a los clientes que utilizan nuestros códigos QR en tu municipio. Es una forma directa e inmediata de dar a conocer tu negocio.
© 2020. QRed nomenclator