Esta planta es la más reconocible del Torreón desde la lejanía. Se sitúa a 24 metros de la base y está rodeada de ladroneras o matacanes, además de presentar 10 grandes vanos que sustituyeron en el siglo XIV a las antiguas saeteras. La intención de introducir tan notable modificación arquitectónica en el Torreón parece ser la de potenciar su imagen.

Estas grandes ventanas nos permiten apreciar el grosor de los muros, que en este punto ronda el metro y medio de ancho.

Por aquel entonces Covarrubias era una villa de gran importancia dentro del Reino de Castilla. Estaba rodeada por una extensa muralla, que arrancaba desde otro torreón mucho más pequeño y que tenía como objeto vigilar el acceso a la localidad a través del puente y de este modo poder cobrar los derechos de pontazgo.

Las obras del Siglo XIV en el Torreón de Fernán González parecen encaminadas a generar la ilusión ficticia de que existía un castillo en la villa, haciéndolo pasar por la torre del homenaje de un castillo señorial.

Desde esta planta podemos disfrutar de unas vistas inmejorables de Covarrubias, donde se aprecia, al Norte, la majestuosa figura del Archivo del Adelantado de Castilla, Obra Herreriana encargada por el Rey Felipe II en agradecimiento a su médico de Cámara Francisco Valles, “El Divino”, que era natural de esta Villa, y al Este la vista de la Ex colegiata de San Cosme y San Damián, es inmejorable.